Cuando te sientas a comer, ¿alguna vez te preguntas de donde viene tu comida o que es lo que se necesita para producirla? En serio – y no me refiero a tu ser querido que “preparo” tu comida. Estoy hablando acerca de los rancheros que criaron el ganado o los granjeros que criaron las frutas y vegetales que han terminado en tu plato. Piensa en el episodio de “the farm” de portlandia, pero talvez un poco menos amañado.
La respuesta: seguramente no, pero no te preocupes, no estás solo.
Sin embargo, mientras muchas personas no se detienen a pensar acerca de cómo su comida llego a ellos muchos otros ni siquiera comprenden de donde su comida (o bebidas) vienen en primer lugar. Si te detienes a pensar acerca de ello, cada merienda tiene una historia.
Hace un par de años, el centro de innovación para los lácteos de EE.UU. declaro en una encuesta conducida de su parte, que 7 por ciento de adultos Americanos piensan que la leche con chocolate viene de vacas cafés. Además de eso, el Centro indico que 40% de los niños de 4to grado de California (5to y 6to grado también) no saben que la carne de hamburguesa viene de vacas; que el jugo de naranja es aparentemente la “fruta” más popular de la nación; y que las papas fritas y chips son los “vegetales” favoritos de la nación.
Como CNN indico, referente a la encuesta del Centro en 2017, eso es 17.3 millones de personas. Para darte una idea, eso es tan solo un poco menos de 2 millones de la población total del Estado de Nueva York que no saben que la leche con chocolate se hace combinando leche, cacao, y azúcar.
Pero luego, los autores de la encuesta clarificaron que sus intenciones con la encuesta eran buenas y solo querían resaltar como las personas están confundidas o sacan conclusiones erradas acerca del origen de sus alimentos.
Mientras la encuesta es bien fuera de este mundo, muchas otras pueden serlo también. Y talvez, la pregunta es un poco injusta, así que talvez tomen las conclusiones acerca de los orígenes de la leche con chocolate con un poco de dulce. Pero si, seguramente resalta que probablemente hay una falta de conexión entre los consumidores Americanos y los granjeros y rancheros.
De acuerdo al Bureau Americano de granjas de la federación, 2.1. Millones de granjas marcan el paisaje rural Americano.
Cerca de del 99 por ciento de las granjas de EE.UU. son operadas por familias granjeras – individuos, sociedades en familia o corporaciones familiares. Esto significa que menos del 2 por ciento de americanos vive en granjas hoy en día. Mientras la población de EE.UU. continua mudándose fuera de las áreas rurales hacia las ciudades y suburbios, ese número se empequeñece aún más.
Por décadas, muchos en la comunidad granjera han denotado que América se está convirtiendo en “agricultoralmente iletrada.” En otras palabras, no saben dónde la comida crece, como se almacena – o incluso, en el caso de la leche con chocolate- que hay en ella.
Y esto es problemático por un número de razones. La comida da forma a nuestras vidas, salud, actitudes, y más. Además desde la perspectiva de la preferencia del consumidor, es importante entender como las cosas crecen y de donde vienen. Sin mencionar las políticas gubernamentales que obstaculizan como la comida llega a nosotros cuando vamos a comprarla al mercado o a la tienda de conveniencia.
Mientas muchas personas compran sus provisiones en tiendas ubicadas en ciudades o suburbios, mucha de las comida producida en EE.UU. crece en las áreas rurales de los Estados miembros. Para plantar, crecer, y producir estos productos, los granjeros necesitan energía. Le presento a Don, él vive en el sudeste de Nuevo México. Don ha sido un granjero durante la mayoría de su vida produciendo las sandias, chiles, y cebolla dulce que a todos nos gusta comer.
Pero al investigar un poco más a profundidad y nos damos cuenta de lo mucho que dependemos de los granjeros y rancheros. Ellos a su vez, dependen mucho de la energía barata. Ellos toman el precio, no lo dictan – eso significa que el mercado dicta lo que los granjeros pueden cobrar por sus productos, no ellos. Lo que a su vez significa que los cambios en los precios de la energía les afectan a ellos desproporcionalmente porque todo lo que ellos hacen es dependiente de la energía y los recursos naturales.
Así que, la próxima vez que vayas al mercado de compras o te sientes a comer, trata de tomarte un minuto para pensar en cómo todo ha llegado a tu plato, incluyendo la gente y la energía atrás de ello.