Nuevo México es rico en tradición, con muchos granjeros y rancheros datando sus lazos familiares a las fincas del 1800, mientras esta parte del sudoeste se convertía en parte de los Estados Unidos. La Tierra del Encanto daba la bienvenida a sus visitantes con bellas mesas, arte colorida, música y baile lleno de cultura, los cuales contienen notas de herencia Nativo Americana, Anglo, e Hispana y que a su vez hacen a este Estado tan distinto del resto.
Mientras los pintorescos chiles verdes y rojos y los globos de helio a menudo obtienen la mayoría de la atención nacional, Nuevo México es un productor de nueces pecanas de las ligas mayores, segundo solamente de Georgia. Para darle una mejor perspectiva, una de cada cinco nueces pecanas viene de Nuevo México.
Hay evidencia de que las nueces pecanas eran populares entre los Nativos Americanos hace más de 10,000 años, y que la palabra pecana viene de la palabra Algonquina que significa “nuez dura de romper”. Cuando las fuentes de proteína escasearon, los Nativos Americanos descubrieron el poder nutricional de las nueces. Ellos se dieron cuenta que la nuez pecana les daba tanta si no mas energía y nutrición que un bisonte. Una teoría del origen del pie de nuez pecan sugiere que los nativos Americanos introdujeron la nuez pecana a los franceses que se habían asentado en Nueva Orleans – y que gracias a su innata pericia repostera – inventaron el pie de nuez pecana como lo conocemos hoy en día.
De acuerdo a la Universidad Estatal de Nuevo México, cerca del 70 por ciento de todas las nueces pecanas son producidas en el Estado y crecen en el valle de la Mesilla a lo largo del corredor del Rio Grande en la parte sur del Estado, donde el rio provee la irrigación esencial de agua para las raíces de los árboles.
Como uno de los mayores productores mundiales de nueces pecanas, los Estados Unidos produce un promedio de entre 250 y 300 millones de libras – aproximadamente de 110,000 a 140,000 toneladas métricas – cada año; cerca del 80 por ciento de la cosecha mundial.
Los granjeros de Nuevo México como Greg les dirían que el mundo desea las nueces pecanas de Nuevo México, pero no pueden crecer suficientes para satisfacer la demanda. Y no es únicamente la tierra fértil, agua y sol que hacen a Nuevo México un lugar ideal para crecer nueces pecanas en este país. Es la energía barata también. Simple y sencillamente, las nueces pecanas necesitan energía. Ultimadamente, la energía es lo que habilita a los granjeros como Greg para manejar, cosechar, y entregar sus huertos de nueces pecanas. Desde la electricidad hasta el gas natural y el diésel, ellos requieren todo tipo de energía para encender sus bombas de agua, tractores, agitadores de árboles, y sistemas de refrigeración.
De la misma forma que los Nativos Americanos aprendieron hace miles de años, hay mucha energía detrás de cada nuez pecan.
Ya sea en helado, pie, o nueces mixtas, las nueces pecanas son un bocadillo especial para esos que logran poner sus manos en ellas. Ya sea que las enviemos a Colorado, Kentucky, o Francia, no podemos subestimar los mercados y sistemas que hemos creado. Tampoco podemos ignorar la importancia de la cadena de suministro mundial – no solo con bienes y servicios – a través de beneficencia, políticas productivas, y exportaciones. Estados Unidos siempre ha creído en la responsabilidad que existe en proveer a otros cuando y como podamos. Es casi seguro decir que no ayudar a otros es contrario al ADN de nuestro país. Además de chiles y nueces pecanas – muchos otros productos y servicios – Nuevo México tiene abundancia energética que no solo aporta a nuestra economía, pero es algo que nosotros usamos para continuar el suministro a través de la exportación, de un producto que todos necesitan.
Muchas personas no se dan cuenta de esto, pero los Estados Unidos es el país del primer mundo más avanzado y ambientalmente amigable en el planeta. Deberíamos divulgar eso, y Nuevo México contribuye en esto, una nuez pecana cargada de energía a la vez.