¿A quién no le gusta el zoológico? Por aproximadamente 150 años, familias y estudiantes en excursiones escolares han viajado a los zoológicos con el propósito de observar y aprender acerca de animales, Hoy en día, hay aproximadamente 10,000 zoológicos alrededor del mundo y solamente en Estados Unidos hay cerca de 2,400.
Créalo o no, el Zoológico de la ciudad de Nueva York es el zoológico más grande de Estados Unidos. También es el más antiguo. Situado en 265 acres unas pocas millas al noreste del estadio de los Yankees, el renombrado Zoológico del Bronx atrae a más de dos millones de visitantes al año y contiene a más de 4,000 animales que incluyen a más de 650 especies diferentes. Más de dos millones de personas visitan el zoológico cada año, y debido al tamaño del parque, muchos visitantes no logran recorrer todo el zoológico en un solo día.
Con esa cantidad de animales, usted puede imaginarse que hay una gran cantidad de gente detrás del telón. Después de todo, alimentar a cientos de especies con amplias necesidades alimenticias es simplemente un trabajo del tamaño de un elefante. El Zoológico del Bronx emplea a aproximadamente 4,000 trabajadores, casi un trabajador por animal.
Aparte de los guardianes del zoológico, biólogos, y veterinarios, probablemente nadie entiende mejor a los animales que los granjeros y rancheros Americanos que componen nuestra industria agrícola.
Tiene un poco de sentido, ¿no? Nuestras granjas no solamente suplen comida para la gente – ellas también suplen comida y materiales para los animales en los zoológicos. Por ejemplo, un grupo de cuatro elefantes puede comer aproximadamente 150 libras de heno al día. Eso suma cerca de 8,000 fardos de heno cada año, lo que da aún más importancia a la dependencia de los zoológicos en los granjeros Americanos.
El heno debe ser transportado a los zoológicos en camiones. Aparte del precio del producto – el precio que el maíz o la soya puedan tener – la energía y los costos de transporte son las variables más importantes entre que el granjero tenga una buena o mala semana. Los granjeros como Bud dependen en camiones y en un muy bien calculado plan de flete para asegurarse que los consumidores como el zoológico del Bronx obtengan exactamente lo que necesitan – cuando lo necesitan. Como Bud le diría, “Uno necesita tener energía antes de tener producción agrícola.”
La dependencia de los elefantes de Nueva York en el heno de Nuevo México es un gran ejemplo de la cadena de suministro y de cómo las cosas que vemos, usamos, y experimentamos cada día están interconectadas.
Sin los granjeros, y la energía necesaria para entregar el heno, los Neoyorkinos tendrían a un gran puñado de elefantes hambrientos y enojados en sus manos.